jueves, 17 de octubre de 2013

«Los implantes de chips para hablar idiomas serán realidad».


El pres­i­dente de Inbio­med dis­er­tará hoy en San Sebastián sobre las inves­ti­ga­ciones en torno al cere­bro y sus implicaciones


17.10.13 — 00:10 — MARIO GARCÍA | SAN SEBASTIÁN.


Con­fer­en­cia. ‘El cere­bro que viene: enfer­medades, chips y el proyecto cere­bro humano’, que pro­nun­ciará el neuról­ogo Gurutz Linazasoro.


Lugar y hora. Sala Kutxa. c/ Andia de Donos­tia, a las 19.30 horas. Entrada libre hasta com­ple­tar aforo.


«El cere­bro de las próx­i­mas gen­era­ciones será más sano, mul­titarea y biotecnológico


«Están tra­ba­jando para que un tetrapléjico haga el saque de honor del Mundial de Brasil»


El cere­bro humano es el órgano más descono­cido y su com­ple­ji­dad lo hace apa­sio­n­ante para los inves­ti­gadores. Tres proyec­tos mundi­ales se han puesto en mar­cha para cono­cer su fun­cionamiento, sus posi­bil­i­dades y las causas que gen­eran enfer­medades como párkin­son, alzhéimer, esquizofre­nia o autismo. Prob­a­ble­mente este­mos ya en las puer­tas de una etapa de impor­tantes cam­bios que per­mi­tan avan­zar hacia un cere­bro «difer­ente, más sano, más enve­je­cido, mul­titarea y tec­nológico». Es la reflex­ión que pro­pone hoy el neuról­ogo Gurutz Linaza­soro en el Aula de Cul­tura de DV.


- ¿Esta­mos ante una revolución?


- Sin duda. Además es una rev­olu­ción bien orga­ni­zada. Los avances en los cam­pos de la infor­mática, el análi­sis de imá­genes y la nan­otec­nología puestos al ser­vi­cio del conocimiento del cere­bro abren unas puer­tas enormes a la inves­ti­gación. Los grandes estu­dios en mar­cha están apli­cando todos estos avances.


- ¿Cuáles son esas investigaciones?


- En Europa, el Proyecto Cere­bro Humano; en Esta­dos Unidos, el Conec­toma Humano, el Brain Ini­tia­tive, que aus­pi­cia Obama, y el Allen Brain, que cofi­nan­cia Paul Allen, uno de los fun­dadores de Microsoft. Son cua­tro proyec­tos muy impor­tantes para cono­cer el cerebro.


- Entre los obje­tivos pre­vis­tos, se pre­tende desar­rol­lar tec­nología para crear sim­u­lación com­put­er­i­zada del cerebro.


- Eso pre­tende el proyecto europeo. Intenta sim­u­lar un cere­bro humano para pon­erlo a dis­posi­ción de todo tipo de inves­ti­ga­ciones. Se podrá estu­diar cualquier enfer­medad neu­rológ­ica, tanto el alzhéimer como la esquizofre­nia o las bases neu­ro­bi­ológ­i­cas del odio.


- ¿Se desar­rol­larán medicamentos?


- Sí. Ofrece la posi­bil­i­dad de pro­fun­dizar en el estu­dio de las dolen­cias, pero además facil­i­tará el tes­tado de medica­men­tos. Si un inves­ti­gador quiere cono­cer los efec­tos secun­dar­ios de un fár­maco podrá tener una ref­er­en­cia exacta a través de este modelo.


- Pero es una tec­nología que no existe en este momento.


- Bueno, existe par­cial­mente. Este proyecto, que lo lid­era Henry Markram en la Politéc­nica de Lau­sana, con IBM, está en mar­cha desde hace quince años. Se basa en más de 150.000 exper­i­men­tos en la corteza somatosen­si­tiva de las ratas. Inten­tan recrear un cere­bro orgánico. El método que siguen es el de inge­niería inversa. Es decir, se sabe que la corteza cere­bral se orga­niza en colum­nas y en cada columna hay miles de neu­ronas que for­man miles de conex­iones. Para sim­u­lar 10.000 neu­ronas nece­si­taron 8.000 proce­sadores. Y para sim­u­lar los dos mil­lones de colum­nas que, se cree, hay en el cere­bro humano se nece­sita un mon­tón de proce­sadores. Cal­cu­lan un con­sumo energético aprox­i­mado de 20 mega­va­tios, es decir, el de una ciu­dad pequeña en invierno. Pero el cere­bro humano hace todo con 20 vatios, es decir, lo que con­sume una bom­billa. Ese es el reto, enten­der cómo nue­stro cere­bro es capaz de ser tan eficiente.


- ¿Qué más retos se plantean?


- El cere­bro tiene vida propia y es cam­biante. Esta entre­vista, por ejem­plo, no sería la misma si se realizara en otro momento. Cada segundo se pro­ducen miles de cam­bios y las conex­iones de las neu­ronas están cam­biando per­ma­nen­te­mente. Es un sis­tema vivo. Den­tro de 50 años las per­sonas ten­drán per­cep­ciones total­mente difer­entes del mundo. Y es que el cere­bro que viene va a ser total­mente diferente.


- ¿En qué sentido?


- La evolu­ción que está teniendo lugar ahora en el ser humano ya no depende tanto del punto de vista dar­win­ista, sino que tiene mucho más que ver con los cam­bios cul­tur­ales. Y esto es súper veloz. Un ejem­plo: el dedo que más rep­re­sentación tiene en el cere­bro de un niño de ahora es el pul­gar, mien­tras que en los adul­tos es el índice. Esto tiene que ver con el manejo que hacen del pul­gar con las nuevas tec­nologías. Por otro lado, por efecto de inter­net el cere­bro de las nuevas gen­era­ciones es mul­titarea, con las con­se­cuen­cias que com­porta el estar a mil cosas.


- ¿Se puede decir que el cere­bro humano ha cam­bi­ado en los últi­mos años?


- Sin duda. El impacto que la cul­tura tiene en el cere­bro es bru­tal. Porque ni es una nube ni una roca; es como un junco que se adapta a la real­i­dad del mundo. Y ahora ten­emos un mundo glob­al­izado y tecnológico.


- Un cere­bro vivo y que se adapta. ¿Qué más car­ac­terís­ti­cas ten­drá el cere­bro que viene?


con­tinúa «Los implantes de chips para hablar idiomas serán real­i­dad». diariovasco.com.



«Los implantes de chips para hablar idiomas serán realidad».

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